Diario de viaje
Pues eso, que hemos visto los guerreros de terracota.
La verdad es que a mi me ha decpecionado un poco porque habia tan poca luz que apenas se podia apreciar detalle.
La sala principal se ilumina sobre todo por las claraboyas y ventanas, pero estaba supernublado y no se veia un pimiento (de terracota).
De fotos mejor no hablar, hemos sacado unas pocas de las de siempre y si quereis ver mas os comprais unlibro o venis a hacerlas vosotros
(es broma)
Recuerdos de Xian y Guía de Viaje
La mayoría de la gente, de Xian se queda con los terracota, incluso he leído comentarios de que la ciudad no merece la pena, pero a mí me gustó mucho.
A los terracota puedes ir por la mañana pronto y estar de vuelta a comer en Xian. Están en un pueblo cercano y tienes que pillar unos buses que te llevan por 10 Y ida y vuelta, o pagar una pasta en las agencias. Creo recordar que la excursión por agencia salía por unos 300 Y. Por supuesto con algún valor añadido, pero en este caso, creo que lo mejor es “ver” y luego comprar algún libro con la historia.
Los buses salen de al lado de la estación de trenes. Mirando a la fachada a la derecha. El ideal es el 306, aunque creo que el 307 también lleva. No
obstante se os acercarán gente diciéndoos que os llevan al 306, pero en realidad os llevan a buses privados que también van, pero parando en
pueblos y metiéndose por carreteras infestadas de tráfico en un viaje de lo más incómodo.
Un inciso. Hablando de la estación, resultaba casi imposible localizar las taquillas para sacar los billetes de tren, en nuestro caso para Chengdu. No hacíamos más que entrar a la estación por una puerta y salir por otra. Al final, un chaval muy amable del personal de mantenimiento nos llevó a un local según se sale a la derecha, como a unos 200 metros (creo recordar) en la que había dos taquillas y apenas gente y en unos minutos conseguimos los billetes para Chengdu. Esta es la fachada del “local”. El local es el del león en la puerta.
De los terracota me decepcionó bastante el verlos “de lejos” y con tan poca luz. La iluminación en la nave principal es por “claraboyas” y cuando
estuve yo llovía y estaba muy oscuro, tanto que hice unas fotos al entrar a la nave y cuando di la vuelta, ya ni la digital me era capaz de recoger la
poquisima luz como para disparar.
Imagino que cuando van los políticos y gente importante encienden las luces.
Se pueden ver algunos de cerca en el museo, lo que al menos te sirve para apreciar los detalles.
Y en otra de las naves sí que estaba la luz encendida y se podían ver algunas escenas curiosas.
En cuanto a la ciudad, tuvimos que salir pitando por las prisas de un itinerario apretado. Pero suficiente como para poder apreciar cosas.
Están muy bien los paseos por el barrio musulmán. Y los puestos de comida callejeros con decenas de cosas que no sabes lo que son. Te pones en un plato de plástico lo que te apetece, lo hacen en un Wok ahí mismo y te dan a elegir entre dejártelo en el plato o metértelo en un pan tipo “pita”.
Entonces le ponen una salsa que tiene visualmente de todo y que te hará seguro replantearte tu definición de “picante”.
Por otro lado, en Xian hay muchos restaurantes. En los alrededores del barrio musulmán dimos con el primero de nuestro viaje que no tenía carta en Inglés y como algún día tenía que ser nos lanzamos.
Entrar en un restaurante que no está acostumbrado a extranjeros en China es todo un espectáculo… para ellos.
Los camareros suelen ser muy jóvenes (sobre todo chicas) y les cuesta disimular la risa y la emoción. Enseguida todo el mundo se ha dado cuenta de que no hay forma de entenderse y estás rodeado por toda la plantilla, el cocinero… y entonces suele aparecer la que en la mayor parte de los casos es “la dueña” o la “jefa”. Casualmente Yuin (nombre “inglés” Summer) sabía cuatro palabras de Inglés. Lo suficiente como para hacer unas risas, bueno, muchas risas, y terminar explicándole que nos recomendase ella algo.
Uno de los platos que nos sirvió fue este de ternera con setas y coles chinas.
Como veis, hasta nos salió a despedir a la puerta. Y el trato y todo genial.
Más céntricos, en una de las calles que van a dar a la torre de la campana,
también hay mucho ambientillo de restaurantes llenos de gente joven por las noches. Algunos con las marmitas incrustadas en las mesas en las que te haces la comida en el aceite hirviendo (tienen un horniillo debajo) y una sopa en el centro.
Además de los “monumentos” típicos como las pagodas, la gran mezquita o la Torre de Tambores
podéis subir a la muralla
y daros un paseo por arriba contrastando los edificios a un lado y a otro, e incluso encima de la muralla.
En una de las esquinas si habéis subido por la puerta sur, divisareis un mercadillo donde destacan el material para caligrafía y en el que algunos calígrafos exponen sus obras y realizan trabajos ahí mismo delante de todos.
Es un buen sitio para comprar recuerdos, sobre todo lo relacionado con la caligrafía y otras cosas típicas… como por ejemplo ¡Tirachinas! (no es broma, son autenticos y presumen de haberlo inventado ellos).
También junto a la puerta sur de la muralla, está la calle de los cafés. Son todo cafeterías estilo occidental, por un momento creerías que estás en Praga o Viena si no fuera por algunos detalles…
Esta foto puede servir de referencia, la entrada está en la parte derecha, la calle que tiene esa puerta tan decorativa. Aunque es circular y al otro lado hay una puerta similar.
Por otra parte, siguiendo la calle de la Torre del Tambor (o tambores) hay un mercadillo en el interior de un edificio que merece la pena verlo por lo pintoresco. Una mezcla entre lo chino y los bazares musulmanes. No es fácil que compreis cosas, son objetos cotidianos en su mayoría. Salvo los instrumentos para caligrafía y algunas tiendas de instrumentos musicales tradicionales. Esta es la fachada de entrada al mercadillo.
La anécdota en Xian fue que nos encontramos con lo que parecía una formación militar con bandera española incluída y nos pensamos que habría algún político de visita…
Bueno, pues lo de la bandera debía ser una coincidencia. Lo que se celebraba debia ser algo así como “El día de la limpieza” y lo que parecían armas son escobas y recogedores. En cualquier caso, muy pintoresco.
Para ver más…
Mis fotos de viaje de Xian (diapositivas digitalizadas)
Mis fotos de viaje de Xian (webcam digital)
Hotel Shuyuan Youth Hostel