Nada más publicar el comentario anterior mi acompañante (la persona de la casa que me acompañaba y me ha ayudado con el equipaje) ha parado un coche lleno de tibetanos que finalmente me han vuelto a llevar a Ganzi por 10 Y.
Allí me han dicho que no había bus para Dege ni hoy ni mañana. Dege era uno de mis puntos de interés en el viaje, pero necesitaba un día para ir y otro para volver. Y allí no se muy bien si podría hacer más cosas que ver la imprenta. Además, ya había extendido un día más en Rogbatsa. Por lo que he decidido seguir hacia Maerkam (Barkam).
No hay bus directo. Hay que volver a Luhuo… Bueno, había uno para Luhuo a las 2:30 (eran las 12:30). He convencido a mi amiga del Golden Yak de que me guarde el petate y me deje usar el “ce suo” y me he ido a comer al restaurante de uno que habla como Colombo pero en Chino y que la mujer siempre le está echando la bronca. Ya estuve aquí hace unos días, pero hoy no me ha reñido por no acabarme el bol de espaguetis con ternera (parece el caldero mágico, nunca terminan de salir espaguetis de debajo de la carne). Un garbeo aprovechando para comprar algo de bisutería tibetana que parece que gusta a las niñas en Xibanya y a eso de las dos estaba de nuevo en la estación.
A las 2:30 ha venido un bus cargadito de gente que no admitía más. El siguiente era a las cuatro y algo. Mientras tanto, un estudiante tibetano que se iba unos meses a Lasha, ha repasado la mitad o así de su libro de Inglés conmigo.
Más de las cinco ha llegado el bus. Al parecer había habido alguna batalla campal dentro porque estaba todo destrozado. Incluso faltaban asientos completos que estaban amontonados en la última fila. Pero a juzgar por el polvo y el bus en sí, la batalla debió tener lugar antes de Marco Polo.
A base de saltos (es la misma carretera del otro día en sentido contrario y los amortigudores no daban parar simples botes) hemos llegado de noche a Luhuo. Donde me he encontrado con que los buses también se han ido y no hay, al menos mañana, para Barkam. Y lo que sí hay es que todos los jóvenes del pueblo se han comprado algún vehículo aprovechando la circunstancia y pretenden amortizarlo en el primer mes. Me piden 800 Y y se quedan tan anchos. Antes me paso dos o tres días en el hotel hasta que venga un bus. En todas las zonas donde llega dinero de repente pasa lo mismo. Y eso que aquí ni siquiera es por turismo.
Mañana me daré una vuelta y veremos por donde salgo.
Ah, ¿que porqué me gusta esto?
Por las cosas que no me ha dado tiempo a contaros los días que estaba muy ocupado.
Gracias por los comentarios que poneis, trataré de responderlos un día. Y de subir fotos, que os vais a jartar y vais a alucinar..