Segun la guia de Lonely Planet, entre Tianshui y Linxia hay 8 horas de viaje y 3 a Luomen que queda de camino. Pero debe ser cuesta abajo, porque de Linxia a Luomen me llevo mas de ocho horas y dos mas el dia siguiente hasta Tianshui.
La dama de los seguros me habia dicho que estuviera a las seis aunque el bus salia a la media. Supuse que tenia miedo a que lo perdiese pero yo que soy muy obediente sali con tiempo suficiente. En el Linxia Hotel no hay ningun control ni cerrojos que abrir por la manana asi que enseguida estaba en la calle subido a un taxi.
Este dio la vuelta y emprendio camino en direccion contraria a la estacion. Cuando pude reaccionar le pregunte que a donde iba y debio que responder que a la estacion porque seguia su marcha. Entonces cai en la cuenta de que por ah?estaba la estacion oeste, pero se suponia que mi bus salia de la estacion sur. Asi que le dije que no, que la estacion estaba en direccion contraria y luego a la derecha y al fondo. Todo gracias a mis dotes para hacer senas. Y el dijo “Es que no vas a la estacion de aqui?”. No, le repondi. “Entonces quieres ir a la grande que hay alli?”. Si, eso.
Y dio media vuelta y a las seis en punto estaba en la estacion grande del sur.
Apenas unos empleados en el mostrador junto a la entrada a los buses, unos tibetanos esperando y una chica joven muy moderna con una mochila y un bolso enorme. Al ver que no habia movimiento me sente junto al cartel de Tianshui. A la chica moderna le llamaron un par de veces al movil lo que no estaba mal para ser las seis de la manana, incluso en China.
Las seis y diez, me acerco al mostrador y digo Luomen. Me hacen senas de que me siente. Bueno, al fin y al cabo en el aparcamiento estaba todo practicamente a oscuras asi que tampoco parece tener sentido bajar.
Poco despues un empleado se dirige a los pasajeros en perfecto chino y todos menos yo se acercan a ver que dice. La chica moderna vuelve donde sus cosas, hace una llamada y se va. Los tibetanos compran los billetes pero se quedan por ah?
A y veinte, ya me vuelvo a acercar, esta vez con el billete en la mano y vuelvo a preguntar. Insisten en que me siente, pero le enseno la hora que dice el billete y mi reloj. Ella mira el suyo que es minusculo y con el sueno no lo aprecia bien, mira hacia la cochera y me dice que baje. Por el camino me cruzo con el que seria el conductor y al preguntarme donde voy me senala un bus (el unico que hay) lleno de gente. Desconozco si habian entrado por la puerta del garaje o si venian de la estacion del oeste. Por cierto, el primer bus en China que sale puntual, yo creo que porque habia llenado ya en la otra estacion.
El viaje es bastante monotono, salpicado de pueblecitos y con mucho sueno. Lo paso casi entero durmiendo. En un pueblo un poco mas grande paramos a comer, pero me limito a unas tortas callejeras y un sprite, que el vientre anda un poco loco con tanto cambio de comida y de climas. Al subir al bus de nuevo, el cobrador al que parezco haberle caido simpatico se empena en que me coma la media mandarina que le queda. Un pelin agria pero no esta mal.
Una vez en Luomen, en una calle en curva totalmente embarrada que sale del cruce principal esta el Luomen Bin Guan. La habitacion no es gran cosa para los 60 que pide pero tampoco hay mas donde elegir.
Dejo las cosas y le digo a la Dona que quiero ir a ver las cuevas de las cortinas de agua. Lo mas que consigo es que me ensene la foto en el mural de la pared. Y es que esta es de las que no terminan de entender eso de que los demas no hablemos Chino, y como mucho, cuando se da cuenta de que no le estas entendiendo te grita mas aun.
Salgo a la calle y pregunto a un conductor de bus que me dice que no hay minibuses aunque lo diga la misma Lonely Planet y que tengo que pillar un taxi. Senalandome a los dos de al lado que me llaman “jelou” mientras se frotan las manos mentalmente. Arranca en 80, al rato que 70 y de ah?no se baja. Sabe que he venido de propio a eso y que no tengo otra forma de hacer los 17 Km y yo tambien, asi que setenta y vamos para alli.
Este resulto bastante majete. La verdad es que como de la mayoria de los taxistas de por aqui desconfiaba bastante, pero no. Al igual que muchos me empezo preguntando que de donde era y al igual que muchos al responderle en Chino ya se creyo que lo hablaba todo y se lanzo a hacerme mas preguntas de las que apenas respondi para un suspenso bajo. Otros en cuanto veian el percal desistian, pero este insistio lo suyo y no se desanimo en ningun momento.
Probablemente no vengan microbuses ahora porque no hay gente suficiente. Cuando llegue habia una pareja de guiris que hablaban Ingles y habian venido en otro taxi y luego llegaron turistas chinos con guia.
La entrada son 10 Y y te dan unos cuantos papelitos para justificar el resto hasta 13.
Enseguida recorde que en el diccionario del viajero, la definicion de China es “Pais donde se suben cuestas y escaleras”.
El taxista subio conmigo las primeras rampas y desde ah?me enseno lo que habia que ver. En la montana de enfrente, un enorme bajorelieve del tipo de los de Capadocia en Turquia pero enorme (y budista, claro). Por lo que se ve hay varias cuevas en la montana y unas escaleras para acceder a ellas con las puertas de acceso cerradas. La verdad es que lo agradeci porque era una paliza y las escaleras tampoco parecian muy fiables. Por el otro lado, en realidad lo primero que vi. Una serie de templos taoistas (creo), algunos metidos en la roca, tipo “Covadonga”. En uno de ellos abrieron una puerta y se veia como una especie de poza con agua que el sacerdote removia con un cazo y creo que me invitaba a probarla. Por si acaso dije que no.
En otro, como buenos curas, me dijeron que echase dinero en una urna.
Eso si, las cortinas de agua puede que sean en primavera con el deshielo si es que nieva, porque esta todo mas seco que el embalse de Pedrezuela.
De vuelta, el taxista se intereso por mi alojamiento, y parecio belo ndecir mi decision de estar en el Luomen Bin Guan (creo que no hay otro). Luego me escribio en un papel los horarios de buses a Tianshui y al pasar me enseno donde paraban.
Ya en el hotel, trate de explicar a la jefa que no tenia toalla. Por senas porque nunca me acuerdo de la palabreja. Pero me entendieron otra cosa por que mandaron a una de las chicas a la habitacion y esta se puso a mirar si salia agua caliente. Busque la palabreja en el diccionario y se lo dije. Me vino a responder que si queria toalla, no se cuantos kuais. Y yo que usaria la mia. Una tipo velleda que llevo para casos asi. Que no es que seque como las de verdad, pero abulta y pesa muy poco y se puede guardar mojada en el estuche.
A todo esto lo que no caia era el agua caliente. Apenas un poco tibia y al cabo de un rato la chica me dijo algo asi como que algo arriba no funcionaba muy bien. Le respondi que iba a hablar con la jefa y creo que me pedia que no lo hiciese, pero yo habia pagado por una habitacion con agua caliente.
La jefa es una de esas personas con las que no quieres topar cuando tienes un problema. Si no le entiendes te lo dice de otra forma, pero mas deprisa y complicado si cabe. Y las cosas mas evidentes, que a saber porque no entiendes, te las grita. Mas o menos decian que tenian problemas de electricidad en el pueblo, pero no me cuadraba con que hubiera luz para el resto de las cosas. En un momento dado, les trate de hacer un resumen y cuando dije, “Vale, hoy no hay” asintieron como si por fin lo hubiera entendido. A lo que les respondi que yo la necesitaba hoy. Y es que habia sudado lo mio con las cuestecitas.
Resultado, que me tuve qiue duchar con el agua mas fria que tibia.
Cuando sali a cenar, ya cerca de la estacion encontre un restaurante con buenas pintas y el nombre en Ingles. Little Sheep, o sea, La ovejita. Y un dibujo alusivo. Conforme me acercaba a la puerta empezo el correteo de camareras emocionadas y me vino a atender una que hablaba un poquito de Ingles. Luego cada dos minutos venia a hacerme las preguntas que le transmitian el resto de parroquianos y las que se le ocurrian a ella. Toda nerviosa y emocionada.
La comida estaba buena, pero eran platos inmensos y bastante picantes. En ocasiones asi tambien echo de menos a Luis que acababa con lo que nos echasen. Normalmente con un primero y uno o dos segundos teniamos para hartarnos los dos. Pero para mi solo, dos platos eran demasiado.
Al terminar, o dar por terminada la comida, uno de los parroquianos se sento frente a mi y la camarera trataba de explicarme algo que no me cuadraba mucho. Al final me lo escribio y resulta que el hombre queria “hacer un amigo conmigo”. Otro del lugar escribio “boss” y yo pregunte que quien era el jefe. Entonces ya me dijo que el que se habia sentado era su jefe y que queria ser mi amigo. Vestia una cazadora de cuero y peinado occidental y tiraba mas a tibetano que a han. El nino que habia por ah?era su hijo y tambien queria ser mi amigo y la que hacia de jefa resuto ser la mujer del jefe y una de las pocas chinas que he visto con minifalda, aunque fuera de uniforme. Por supuesto, tambien queria hacer un amigo conmigo. Y ella misma, la camarera interprete tambien.
Le di una postal al chaval que se fueron pasando de uno a otro y luego vinieron a que escribiese algo en ella. Ya metido en ambiente saque la camara de fotos digital y la emocion subio muchos enteros. Nos hicimos varias y les dije que me escribiesen la direccion para mandarselas. Para explicarselo les ensene las senas de Sopa, el de Xiahe, y como este me habia puesto el telefono, ellos me pusieron ademas de la direccion eltelefono del restaurante y el movil del jefe.
Cuando pedi la cuenta me parecio poco 27 porque los platos que tenian en la carta eran caros y habia tomado dos cervezas. Seguramente no me habian cobrado estas o me habian hecho un precio de amigo. Trajeron otra cerveza para que brindasemos el boss y yo unas cuantas veces mas hasta que consegui convencerles de que estaba cansado y tenia que madrugar.
La interprete, parecio sentirlo mucho y la despedida fue con todo el mundo en la puerta y esta diciendome que ojala si volvia a Luomen volviese a cenar ah? a lo que por supuesto respondi que si.
No se como se leera e interpretara esto a posteriori. Lo que trato de contar es que en todas partes acabas encontrando gente sencilla encantadora que simplemente se emociona por haber hecho un amigo de tierras lejanas. Y esto es uno de los puntos importantes de cualquier viaje.
Camino del hotel cai en la cuenta de que la cerveza china da sueno.