El viaje de hoy ha sido mucho mas espectacular si cabe que el de antes de ayer. Pero sobre todo, ha sido mucho mas agitado.
La carretera entre Kangding y Litang esta completamente llena de baches, pero sobre todo ondulaciones que hacen saltar a todos los pasajeros continuamente. Encioma nosotros ibamos en la ultima fila, es decir, la batidora. Con lo que hemos llegado machacados. Ocho horas sin parar de botar ni un solo kilometro
Por si no os lo creeis, podeis ver este video demostrativo de los saltos que nos hicieron padecer. Lastima que no se ven los hierros sobre los que caiamos
En la parte positiva, los valles son impresionanrtes. Hemos pasado de Kanding a 2500m hasta Litang a 4000 y pico (la guia de Lonely Planet dice 4600 y mi alktimetro 4100) atravesando pasos de hasta 4700.
(observese el barrido debido a los saltos del bus)
En cada paso habia un chorten o una estupa con oraciones y cuando hemos pasado el ultimo, la ayudante del conductor ha hecho volar unas cuantas desde el autobus. Suponemos que en agradecimiento por haber llegado.
Por si no lo hemos dicho, las oraciones estan en los papeles y banderas que se cuelgan de las cuerdas o los arboles y el viento al agitarlas las lleva al cielo.
Estas son las casitas tipicas de la zona.
Aqui un video dando la vuelta a la casita mientras saltamos.
Y estas fotos son de Yajiang, un pueblo donde el bus para para comer.
Litang es… el mundo al reves. Si en Kangding ya llamabamos la atencion mas que en el resto de China, aqui somos literalmente el espectaculo. La gente se para o da la vuelta para vernos y nos saludan con el jelou, el NI hao (hola en chino) o Tashai Dalek (mas o menos, hola en tibetano).
Les hace mucha gracia como vamos vestidos, pero teniais que verles a ellos (todo llegara). Los que mas abundan son los moteros que llevan motos de estas de manillar ancho y visten como una mezcla de vaqueros americanos, indios andinos, largas melenas con bigotes o enormes patillas bajo sombreoros tipo cowboy en motos super decoradas hasta con banderitas y colgantes rojos de esos chinos. Y todo con unas pintas de macarra que no se tienen, pero con la sonrisa por delante.
La duda como decia es si el espectaculo somos nosotros o ellos.
Igual que en todas partes de China, la gente super amable. Hemos parado a tomar un te en un restaurante y nos han invitado. Ayer no nos quisieron cobrar el Internet. La gente se desvive por ayudarte y eso que el Ingles hace tiempo que quedo atras y aqui cuatro palabras, senias que no significan lo mismo y a veces el librito de chino de bolsillo.
En definitiva, una experiencia totalmente recomendable.