Buenas,
si el pobre Bill Murray andaba “Lost in translation” en su paso por Japón, no es menos que despues de unas semanas en otro país la adaptación al sedentarismo de regreso a casa se suele hacer difícil.
El cambio de ritmo de vida, de vivencias e incluso de objetivos te suelen dejar algo desorientado. Primero el “jet lag” o la propia dificultad de adaptarse a los horarios de sueño. Luego una cierta desgana y apatía. Falta de deseos para realizar cualquier tarea. Nos habíamos acostumbrado a hacer otras cosas y las que nos eran normales ya las tenemos olvidadas.
En medio de todo ello, nos hemos acostumbrado a ver y vivir de otra manera y las cosas más cotidianas se te hacen extrañas. O por lo menos diferentes.
Esta vez me he propuesto hacer una pequeña recopilación de las cosas que me iban llamando la atención a mi regreso e invito a todos a completar la lista. Seguro que aunque en muchos casos coincidamos, siempre habrá particlaridades que nos llamen la atención a cada uno.
Estas son las mías:
– Conducir en vez de ser conducido. Acostumbrado a taxis, trenes y autobuses, estar al volante se hace extraño. En mi caso, una vez que vino la grua a cargarme la batería.
– El dinero. Te acabas acostumbrando a pensar en la moneda del país. Aunque mentalmente siempre hagas la traducción a euros o incluso a pesetas. De repente te encuentras en el bolsillo con billetes y monedas que te resultan extraños y que no sabes muy bien qué hacer con ellos.
– La taza del water. Sabes que entres donde entres vas a tener una taza donde sentarte, aunque no siempre esté tan limpia como quisieras, pero sin llegar a ciertos límites.
– No hay cesto donde echar el papel higiénico.
– Sabes que hay agua caliente todo el día. Salvo que Iberdrola haga de las suyas.
– No necesitas preguntar si tienen cerveza fría.
– Puedes ir a la nevera.
– Las caras de la gente te resultan familiares. Incluso recuerdas lo que te gustan las españolas.
– Suena el teléfono, es para ti, y no es para ofrecerte masajes.
– El teclado es blandito. De nuevo no encuentras las teclas. Y la mayoría marcan cuando las pulsas.
– Conoces todos los platos del menú y no hace falta preguntar si son picantes.
Y ahora vuestro turno. Como de costumbre, en el foro.
Saludos,
Colegota