Buenas,
Livingston es un enclave atípico dentro de Guatemala. Un barco de esclavos naufragó en una isla cercana y finalmente acabaron en diferentes puntos de la costa guatemalteca y hondureña mezclándose con la población autóctona y dando lugar a los garífunas que hoy la pueblan. Población de raza negra en el espíritu caribeño habitual, razón por la cuál ya merece una visita.
A Livingston sólo se puede llegar y salir por agua, bien sea por mar, o por el Río Dulce que la comunica con la localidad del mismo nombre como entrada al lago Izabal.
En la imagen, la demostración del párrafo anterior.
Es probable que si tengo que destacar algo de Livingston sea el restaurante El Recuerdo, un descubrimiento. En Livingston he coincidido con Juanjo, de Bilbao, no confundir con el Juanjo de Zaragoza que me viene siguiendo los talones. Hicimos buenas migas y pasamos los dos días juntos. Caminando por la calle que sale a la izquierda desde el muelle topamos con un señor mayor muy majo que nos invitó a probar "pescado muy fresco". Entramos y fue espectacular. La primera noche nos hizo un pescado frito suculento. Y al día siguiente el típico tapado, que es un estofado de pescado y marisco en leche de coco. Todavía me estoy relamiendo. Si pasas por Livingston no te lo pierdas. Aunque no es fácil de ver si no está el señor en la puerta porque es bajando esas escaleras y los letreros son minúsculos.
Aquí unas imágenes del pueblo.
Las agencias te venden una excursión a unas cascadas y una playa, pero la verdad es que no aportan mucho. Lo de los tours culturales o ecológicos que anunciaban parece haberse perdido en el tiempo, así que optamos por ir por nuestra cuenta. Es una buena caminata, pero luego contratamos una lancha para volver. Y vimos más cosas.
Aquí poniendo pescado a secar.
Esta es la meta de Los Siete Altares, la última de varias cascadas. En la parte más cercana al mar había espuma de la que parecía no ser muy natural por lo que rehusamos bañarnos.
Juanjo de la jungla.
De vuelta, el esperado tapado. Y para bajarlo, nada mejor que descansar "sentado en el muelle de la bahía".
Saludos,
Colegota
Joer, se te ve estupendo, y ademas haciendo amistades y tripeando como un señor …
Si, si si …. 😉
Menudo paseito por el rio!!! mola!!!
Bueno, en realidad el paseo por el río que mola es el del día siguiente a Río Dulce, pero de ese no tuve tiempo de poner fotos.
Muy interesante Livingstone…supongo. 😉
Me gustan estas imágenes del quehacer de las gentes del lugar. Y ha faltado la guinda, unas imágenes de la gastronomía que comentas de El Recuerdo. 🙂
Al principio no ponía imágenes gastronómicas por no recargar las entradas, pero a petición popular he comenzado a incluirlas.
Tengo pendiente para la vuelta hacer unas entradas dedicadas a gastronomía y ahí veréis abundante. 🙂